Existen diferentes tipos de celulitis, en función de su localización o firmeza:
Celulitis generalizada
La celulitis generalizada aparece en mujeres obesas con malos hábitos alimenticios. Empieza en la adolescencia y se va agravando con los años. Causa un gran perjuicio estético.
Celulitis localizada
La celulitis localizada es más grave que la generalizada. Causa dolor intenso, sensación de pesadez (síndrome de las piernas cansadas), hinchazones por acumulación de líquidos (edema) y molestias al andar.
Celulitis dura
La celulitis acuosa es propia de personas activas y deportistas. Aparece durante la adolescencia. Este tipo de celulitis es compacta porqué la piel es firme y tonificada. Suele aparecer en las cartucheras en forma de estría. Su origen lo encontramos en una falta de nutrientes.
Celulitis blanda
La celulitis blanda es el caso contrario. Aparece en personas sedentarias o que se han adelgazado de golpe. Suele aparecer durante la cuarentena de edad en las piernas y/o los glúteos. Si no se trata puede causar dificultad para dormir, varices, mareos,…Se forman como resultado de la acumulación de ácidos grasos en la piel. Este tipo de celulitis es blanda porqué no se adhiere a la piel. Y suele ocupar grandes áreas del cuerpo.
Celulitis edematosa
También conocida como celulitis circulatoria es una de las consecuencias de una mala circulación sanguínea y linfática. Típicamente viene asociada a deformidades en las extremidades inferiores. La celulitis edematosa se origina cuando el cuerpo genera toxinas que el sistema linfático no es capaz de eliminar por si mismo. En su lugar, quedan atrapadas en nuestro organismo en forma de retención de líquidos.