- Si tienes hipertensión, diabetes o problemas cardiovasculares. El nutricionista te puede ayudar de forma segura a cambiar tu plan de alimentación sin que se vean comprometidos el sabor o la nutrición.
- Si tienes pensado someterte o te has sometido a una cirugía de derivación gástrica. Ya que después de esta cirugía tu estómago sólo podrá asumir porciones pequeñas de comida, puede llegar a ser un desafío obtener la cantidad de nutrientes que necesita tu cuerpo. En este caso un nutricionista junto con tu doctor, trabajará contigo para poder realizar un plan de alimentación que sea adecuado para tus necesidades.
- Si sufres problemas digestivos. En este el nutricionista puede ayudarte ajustando tu dieta para no empeorar tu malestar con alimentos con demasiada cafeína, bebidas carbonatadas o alimentos fritos.
- Si intentas quedarte embarazada o ya lo estás. El nutricionista te puede ayudar a obtener nutrientes importantes durante el embarazo, sobre todo en el primer trimestre del embarazo, ya que reduce el riesgo de que el bebe tenga defectos en la médula espinal o en el tubo neural.
- Si necesitas orientación alimentaria durante la lactancia materna. En este caso la doctora puede ayudarte a asegurarte de que estés obteniendo suficiente hierro, fluoruro, vitamina D y vitaminas B para ti y por tanto para la lactancia de tu bebé.
- Si tu o algún familiar tenéis problemas con la comida. Un nutricionista puede ayudarte o ayudaros con los trastornos alimentarios como por ejemplo: la anorexia y la bulimia.
- Si quieres ganar o perder peso. En este caso te puede sugerir fuentes calóricas complementarias para que consigas un aumento de peso saludable o por el contrario una dieta calórica limitada, además de que realices actividad física regular para perder peso, mientras puedes seguir comiendo todos tus alimentos preferidos.
- Si estás cuidando a personas mayores. Un nutricionista te puede a ayudar a que conozcas las interacciones entre los medicamentos y los alimentos, como tener una hidratación adecuada, dietas especiales y que ayudes cambiar las papilas gustativas a medida que la persona mayor va envejeciendo.
- Si quieres comer de forma inteligente. Un nutricionista te puede ayudar a que ya no estés desinformada/o de lo que comes. Te puede enseñar a leer y a que entiendas las etiquetas de los alimentos que compras, así como a que descubras que la comida sana también puedes ser barata. También a tener buenos hábitos a la hora de salir a comer fuera y a resistirte de las tentaciones que puedan arruinar tu plan de alimentación.
Si quieres mejorar tu rendimiento en el deporte. En este caso un nutricionista puede ayudarte a que establezcas objetivos para que puedas lograr resultados, ya sea para cuando salgas a correr, esquíes, hagas un maratón o cualquier deporte o actividad física.